Cáceres a 21 de abril de 2024
Cáceres Patrimonio de la Humanidad se la jugaba en la noche de ayer ante el Club Ourense Baloncesto en lo que el técnico, Arturo Álvarez calificó como una final de sí o sí. Y por desgracia para los nuestros, volvió a salir cruz y los cacereños perdieron por 71 – 77 en un encuentro que fueron ganando gran parte del partido.
Nuestros jugadores entendieron la dinámica que planteaba Arturo Álvarez antes del comienzo y empezaron ejecutando sus órdenes con bastante claridad. Se plantaron en un primer cuarto muy serios y cogiendo ventaja de hasta 11 puntos en el marcador.
Mientras tanto, muchos de los aficionados estaban pendientes de la radio y noticias por internet porque Cáceres Patrimonio de la Humanidad disputaba dos partidos. El que se jugaba en Multiusos y que había que ganar sí o sí. Y el que Melilla empezaba a disputar minutos antes del nuestro, donde debía perder.
Y todo indicaba que el milagro podía producirse. Cáceres Patrimonio de la Humanidad llega con ventaja de 2 al descanso (41 – 39). Y Melilla perdía su partido.
El tercer cuarto fu también igualado en el marcador. Con Hansel Atencia con un esguince en su tobillo derecho, Mike Nuga tiene que compartir con Pablo Rodrigo la dirección del equipo en pista llegando al final del tercer cuarto por delante en el marcador.
Pero en el último cuarto el equipo gallego se pone por delante y una serie de infortunados fallos hace que, al final, Club Ourense Baloncesto se vaya mínimamente en el marcador y que Cáceres Patrimonio de la Humanidad no pueda hacer la proeza que todos hubiéramos querido.
Con esta derrota, Cáceres Patrimonio de la Humanidad pierde la categoría de oro.
La sala de prensa era escenario de caras tristes, de cierta desolación por lo que acarrea perder este partido. Arturo Álvarez entraba serio, cabizbajo, arropado por la directiva al completo.
“Me siento un poquito frustrado. Muy triste. Y un poco cabreado. No creo que fuese la manera más idónea de perder el partido. Ha habido un partido hasta antes de la lesión de Hansel y un partido después. Un partido donde planificamos presionar muchísimo al rival. Un partido donde el equipo adquirió ventajas cercanas a los 10 puntos.” Era el comienzo de un técnico noble, que vino sabiendo que esto podía ocurrir y no tuvo miedo.
Seguía el técnico: “Hubo un pequeño bajón donde ellos cogieron una pequeña ventaja pero el espíritu de Nuga en ese momento, levantó al equipo y nos volvió a poner por delante. Al final del partido vuelve a aparecer el fantasma de no ganar. Nos preocupamos más de acciones ofensivas individuales y nos olvidamos del espíritu del equipo atrás.”
“Hemos perdido ante un equipo que le hicimos creer que nos podía ganar”.
“Está claro que hemos echado de menos a Hansel Y Dani pero no es ninguna excusa para ser un equipo y jugar hasta el final”, matizaba el entrenador.
La rueda de prensa fue dura, triste. Pero desde la directiva se lanzó una pregunta de confianza en y hacia el técnico. Y en este caso fue Abelardo Martín quien la formuló: ¿Te comprometes a llevarnos a LEB Oro?
Pregunta interesante y respuesta en la misma dirección: “Me encantaría. Ahora mismo saltaría aquí porque tengo, no es una espina, es un puñal clavado de no poder haber tenido éxito en esta ciudad, en este club con estos jugadores. Y me dolería el no poder intentar volver a colocar al club donde se merece. Estaría encantado. No sé si me lo merezco.”
Quizás sean estas las primeras palabras de un nuevo proyecto.
